Gran enclave de peregrinación, este monumento, mausoleo y complejo museístico está a dos kilómetros al oeste del Parque Vidal, centro de la Ciudad de Santa Clara, aunque el lento pero inexorable crecimiento de la urbe acabará por engullirlo.
Esta inmensa plaza, que se extiende a ambos lados de la carretera, custodiada por una estatua de bronce del Ché. La obra se erigió en 1987 para conmemorar el 20 aniversario del asesinato de Guevara en Bolivia, y puede visitarse a cualquier hora, ya que es un espacio abierto.

El sublime mausoleo al que se accede por detrás de la estatua, contiene 38 nichos tallados en piedra dedicados a los otros guerrilleros que murieron en la fallida revolución boliviana. En 1997, los restos de 17 de ellos, entre los que se contaba Guevara, se recuperaron de una fosa común secreta en Bolivia y se enterraron de nuevo en este mausoleo. Fidel Castro prendió la llama eterna el 17 de octubre de ese año. Al otro lado del monumento otra sala enorme recopila los pormenores y objetos de la vida y muerte del Ché y sus compañeros.