El Nicho, maravilla natural

El Nicho es un poblado rural de 395 habitantes, perteneciente al municipio de Cumanayagua, provincia de Cienfuegos, situado en las montañas de Trinidad. Dicho poblado ha sido construido en los niveles llanos y terrazas fluviales del valle pertenecientes a la cuenca del río Hanabanilla.

Se encuentra atravesando la Sierra del Escambray, a 30 kilómetros de Topes de Collantes y a solo dos del lago Hanabanilla. Forma parte del Refugio de Fauna Laguna de Guanaroca-Yaguanabo-El Nicho, ubicado en el Parque Guanayara, perteneciente al Macizo montañoso de Guamuhaya (conocido también como Sierra del Escambray) en la provincia de Cienfuegos, que con una extensión de 60 km² reúne en sus límites mas de 65 especies de plantas endémicas.

Constituye el límite norte del área protegida de Pico San Juan. Este espacio natural es un lugar excepcional, que posee especies únicas en el país, además de contar con ricos accidentes topográficos y formaciones tanto vegetales como geomorfológicas que le otorgan a la zona un protagonismo en el macizo y que se hace necesario preservar para el presente y las futuras generaciones.

Es una maravilla de la naturaleza con decenas de cascadas y estanques naturales en un paraje prácticamente virgen, escondido entre las montañas. Está considerado como uno de los lugares más bellos de Cuba.

Además es sitio de nidificación de flamencos y otras aves marinas, existen restos arqueológicos de antiguos aborígenes, es sede de leyendas de corsarios y piratas y en él está la llamada Cueva Martín Infierno, Monumento Nacional y poseedora de la estalagmita más grande de Latinoamérica con 67 metros de altura.

La parte de la Sierra del Escambray que corresponde a Cienfuegos es la zona más rica desde el punto de vista paisajístico en la provincia por la variedad de los mismos, entre los que alternan las montañas con bosques o valles y hasta con áreas costeras, porque aquí la sierra termina casi en el mar, singularidad solo vista en Cuba en el sur de la Sierra Maestra, en el oriente.

En el macizo montañoso de Guamuhaya, en la parte superior y media de la cuenca superficial del Río Hanabanilla, donde el Arroyo El Negro se une a dicho río, a un kilómetro exacto antes del poblado rural El Nicho y a una altitud de 440 metros sobre el nivel del mar, existe un lugar natural donde predomina la vegetación exuberante y otros atractivos naturales los cuales dieron lugar a un sitio turístico muy conocido denominado El Nicho.

El asentamiento de montaña El Nicho, es conocido por sus saltos de agua. Allí se puede disfrutar de las bondades y atractivos que el río a través de sus saltos de agua, pocetas naturales, miradores, bosques y aves brinda permanentemente.
Como parte del desarrollo histórico del turismo en el territorio y dentro del concepto contemporáneo de turismo sostenible, ecoturismo o turismo de naturaleza, es una de las modalidades que ha estado presente en Cienfuegos desde los inicios del turismo internacional en 1994 como política nacional del país.

Es una actividad plenamente vinculada con el medio geográfico visitando áreas naturales sin introducir demasiada alteración, incluyendo áreas protegidas con el fin de disfrutar, apreciar y estudiar los atractivos naturale (paisaje, flora y fauna silvestre), así como cualquier manifestación cultural del presente y del pasado, mediante un proceso que promueve la conservación. Tiene bajo impacto negativo ambiental y cultural, propicia un involucramiento activo y es muy benéfico para las comunidades locales.

La Cascada de El Nicho es un lugar paradisíaco donde se combina el verde de la vegetación, los ríos, las cascadas y los pintorescos pueblos campesinos. Los amantes del ecoturismo visitan con frecuencia la zona. Gracias a puentes de rústico acabado con improvisadas barandas, el ascenso de los visitantes se hace menos tortuoso hasta llegar a un mirador que permite contemplar todo un mundo verde bajo los pies. Precisamente, en este lugar se encuentran las cascadas del arroyo El Negro, donde el agua se despeña desde más de 30 metros y golpea contra las rocas, formando torbellinos de espuma que dan al ambiente una persistente neblina.

Durante el recorrido estaremos en contacto directo con la naturaleza, podremos observar la flora y la fauna del lugar y al mismo tiempo disfrutar de baño en el río al final de la caminata.
Existe una gran diversidad de helechos, orquídeas y otras plantas en el sendero del bosque que está muy bien conservado. Aproximadamente a 400 metros del bosque se encuentra la entrada de la cueva El Calvo donde nace el arroyo El Negro cuyos principales atractivos naturales son las pocetas, el salto de las desparramaderas y la poceta de cristal.

Martín Infierno

La Cueva Martín Infierno se encuentra ubicada en el municipio de Cumanayagua, provincia de Cienfuegos en el lugar conocido por “El Colorado”, en la parte superior de Río Hondo, en el macizo montañoso Guamuhaya, rodeado de montañas bajas con cafetales, matorrales y bosques. Su nombre proviene de una leyenda de tradición oral que ha sido transmitida de generación en generación. Se trata de una leyenda de transmisión oral:

Cuentan que un esclavo llamado Martín escapó de una hacienda ubicada en Trinidad de manera que se organizó su persecución por un grupo de rastreadores con perros. Al verse acorralado, Martín llegó a la cueva y sin apenas fijarse, se precipitó al abismo donde se encuentra una enorme estalagmita. Al principio a ese lugar se le empezó a llamar el Infierno de Martín y luego quedó como Cueva Martín Infierno.

Estudios realizados han demostrado que la cueva tiene una entrada y una cavidad de gran tamaño, con cuatro salones que se distribuyen de la siguiente forma: salón de entrada, salón del campamento, salón del terreno de pelota, furnia del infierno. En su interior la cueva atesora verdaderas maravillas de la naturaleza como las estalactitas orejas de elefante, flores de yeso…

Estas formaciones calcáreas se forman como resultado de los depósitos minerales continuos transportados por el agua que se filtra en la cueva, en especial los de bicarbonato cálcico que precipitan en forma de carbonato cálcico (que es insoluble en agua) y se depositan formando la estalactita.

Toda estalactita comienza a crearse con una simple gota de agua mineralizada. Cuando la gota cae, deja detrás de ella un fino reguero de calcita. Cada gota sucesiva que se forma y cae deposita otra pequeña capa de calcita. Finalmente, estas capas forman un estrecho tubo (0,5 mm). Estos pequeños tubos pueden crecer bastante pero son muy frágiles. Si un gran número de gotas se depositan sobre este tubo se produce la estalactita, con la familiar forma cónica.El proceso suele durar cientos de años.

La misma gota de agua que cae de la punta de una estalactita deposita más calcita en el suelo, resultando finalmente una estalagmita redondeada o cónica. A diferencia de las estalactitas, las estalagmitas son macizas y no interviene un canal central en su formación. Si pasa el tiempo suficiente, al unirse estalactita y estalagmita, se convierten en una columna secundaria de acreción o pilar.

Por si sirviera como regla mnemotécnica para distinguir las estalactitas de las estalagmitas, basta pensar que las estalactitas están arriba (“están altitas” ja,ja) y así las estalagmitas tienen que ser las que se forman en el suelo.

En el año 1990 fué declarada Monumento Nacional por todo lo que atesora, por la flora, la fauna y todo lo que rodea su entorno pero sobretodo por su gran estalagmita, reconocida hasta la fecha como la mayor del mundo. A pesar de todos esos valores la cueva permanece en un relativo olvido y sufre abandono estando expuesta a peligros naturales y a las acciones depredadoras del hombre. No tiene ningún tipo de protección,lo que la hace vulnerable a las acciones de transeúntes y exploradores aficionados que por desconocimiento o mala fe atacan su entorno.

Sería de gran importancia social, económica y patrimonial ponerla en explotación, teniendo siempre presente los estudios que deben realizarse para garantizar su cuidado y conservación.
El patrimonio cultural es memoria, su preservación es futuro. La ONU promueve la identificación, protección y preservación del mismo; las cuevas forman parte de este patrimonio y hoy Martín Infierno requiere de inmediato una movilización para garantizar su preservación, la sociedad lo va a agradecer, el patrimonio también. Preservando y conservando ese patrimonio se preserva la identidad del lugar.

Se conoce de la existencia de la Cueva Martín Infierno desde el año 1967, en que fue explorada por vez primera. Se hizo una medición de la estalagmita, constatándose que medía unos 70 metros de altura, así como otra de formación natural más pequeña.
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El salón donde se encuentra tiene 200 metros de largo por 200 metros de ancho, su profundidad es de 93 metros; la temperatura oscila entre 16 y 21 grados Celsius; la humedad es alta y los animales que habitan en su profundidad no conocen la luz solar
Todo esto provocó una expedición del Grupo Samá que dio nuevas mediciones, comprobándose que la estalagmita mayor realmente media 67.2 metros, y otras dos más pequeñas midieron 35 y 32 metros respectivamente.

Cuando se supo este resultado, se comentó que esta estalagmita era la más grande del mundo, pues la mayor registrada hasta ese momento era una en Hungría que media 25 metros. Se pudo conocer además que la cueva tenia flores de yeso en uno de sus salones, únicas en Cuba. También se constató que existía una colonia de murciélagos del tipo mariposa, que son los más pequeños del mundo. En un salón en forma de campo de béisbol se encuentra una colonia de plantas de café parecidas a los bonsais. (algo dañadas ya por exploradores sin conocimiento de lo que realizan que han arrancado alguna).

La cueva se encuentra a unos 40 kilómetros de Trinidad y 56 kilómetros de Cienfuegos, cercana al Batey El Colorado en el Consejo Popular “Camilo Cienfuegos”, municipio de Cumanayagua. Está situada a unos 650 metros sobre el nivel del mar, tiene 793 metros de largo, y de su entrada al fondo tiene un desnivel de 197 metros. A fines del 2005 una expedición cubano-canadiense corroboró muchos de estos datos y mantuvo que la estalagmita era la más grande del mundo. Además, las otras dos más pequeñas estaban entre los 45 y 35 metros de alto, lo que demuestra la importancia que tiene.

Por lo anteriormente expuesto, en el año 1990 se declaró la Cueva de Martín Infierno Monumento Nacional. Parecía llegado el momento en que la cueva tuviera otro destino que no fuera el olvido y el abandono; pero no sucedió así: hoy todavía la cueva, a pesar de los estudios que se le han realizado y de su importancia desde el punto de vista natural (flora, fauna y suelo), sigue siendo desconocida, incluso para las personas que viven cerca del lugar; no existe ninguna reglamentación para evitar que exploradores furtivos cometan hechos que atentan contra esta cueva.

La forma típica de los bosques de montaña, con aves endémicas como el zunzún, el tocororo, el arriero, el tomeguín de la tierra y del pinar, las jutías, los venados, las cotorras hacen de este lugar un paraíso. Se puede destacar que algunas de estas especies se encuentran en peligro de extinción y han encontrado en este lugar un remanso para garantizar su existencia.

Referencia: https://almejeiras.wordpress.com/2012/03/31/el-nicho-cienfuegos/

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